Jackie y su mamá comenzaron a regresar a la casa.
“La mariguana es para adultos que la usan responsablemente,” dijo su mamá. “Algunas cosas no son para niños, como manejar un coche o tomar mi copa de café en la mañana.”
De repente, Jackie se detuvo para oler el aire. “¡Conozco ése olor!” dijo...